- Editorial:
- CINTURÓN NEGRO
- Año de edición:
- 2012
- Materia:
- ARTES MARCIALES: HISTORIA, BIOGRAFÍAS, ENSAYO
- ISBN:
- 978-84-15407-18-8
- Páginas:
- 170
LA FORJA DEL SAMURAI: CLAVES INTERNAS DE LA COSMOGONÍA JAPONESA
JORDAN AUGUSTO / JULIANA GALENDE
La imagen de una buena institución se difunde por medio de las personas. Los buenos modales, las buenas maneras, la gentileza, la cortesía, el respeto, la consideración, la fineza, el trato social, la amabilidad, la urbanidad, el civismo, en fin, la virtud de la educación muestran como va la calidad de la educación y la formación de las personas.
Es la estética, de un modo general, tanto de la recepción, como de la producción, pero no de obras y si de actitudes, de modos de comportamiento. Desde la Antigüedad, griegos, romanos y chinos seguían determinadas normas para facilitar las relaciones interpersonales. el protocolo cumplía la función de regular las relaciones del hombre en la sociedad, regulación esta que contribuyó a asegurar la convivencia en el ámbito de un orden social predeterminado. El hecho de que el protocolo se asocie al formalismo y a actitudes estereotipadas es debido a su estructuración como código de buenas maneras en la corte francesa, en el siglo XIII, alcanzando su apogeo en el siglo XVII, en el Versalles de Luís XVI. Un minucioso ceremonial regia la vida en sociedad: ropas, formas de trato, uso del lenguaje, distribución y uso del espacio social. Hoy, hábitos y costumbres han cambiado. el protocolo se adaptó a los nuevos tiempos, se hizo más flexible y práctica.
El comienzo de un arte de la caballerosidad tiene lugar por el descubrimiento de la necesidad de vivir mutuamente. Para vivir bien en sociedad, el entrenamiento de las buenas formas es el tejido inicial de la construcción de un caballero, ya que el hombre tiene dos características que el diferencian de las demás especies animales: el lenguaje y vivir en sociedad.