- Editorial:
- PLAZA JANES
- Año de edición:
- 2017
- Materia:
- ATLÉTICO DE MADRID
- ISBN:
- 978-84-01-01982-1
- Páginas:
- 240
HASTA SIEMPRE, VICENTE CALDERÓN
PATRICIA CAZÓN
Los números intentarán reducirlo a un millón treinta y cinco mil metros cuadrados, diez toneladas de cemento o casi mil trescientos partidos oficiales. Cifras que no hablan de lo que de verdad importa. Nada saben de los desvelos de quienes lo levantaron, del sudor de los que sobre su hierba se hicieron ídolos, de los sueños de aquellos que los acompañaron.
Entre el primer gol de Luis y el último doblete de Torres pasaron cincuenta y un años, miles de minutos, millones de momentos: Adelardo, Futre, Kiko, Torres o Gabi, pero también románticos, halcones e incluso claveles en un córner. Ellos mismos lo narran. Porque no hay mejor manera de describir algo que dejar que se cuente a sí mismo. Dos onces cosidos por un sentimiento, el de ser del Atleti, y por un lugar, el Vicente Calderón, que nunca se irá aunque algún día no esté. Porque un estadio es mucho más que ladrillos y cemento, es la gente que lo vive y lo juega y que no olvida lo que allí jugó y vivió: la historia, la leyenda.
Hasta siempre, Calderón.
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. ROYBATTY, Blade Runner
Creer que el cielo en un in?erno cabe[…] esto es amor,quien lo probó lo sabe.
LOPE DE VEGA,«Soneto 126»,Rimas humanas
¿Ha entrado usted,alguna vez,a un estadio vacío? Haga la prueba.Párese en medio de la cancha y escuche.No hay nada menos vacío que un estadio vacío.
EDUARDOGALEANO, El fútbol a sol y sombra
Pág 7:
Mis recuerdos de este estadio como futbolista son maravillosos. Llegué aquí y encontré una aceptación en la gente mucho antes de que yo le empezara a dar cosas al club y al equipo,al Atleti. Mi primera temporada fue dura, difícil. La segundafue una de las más importantes de la historia del club. Liga, Copa, el doblete.Siempre mequedará el gol del Albacete como recuerdo emocionante.Ver venir la pelota del lado derecho y enviarla con la cabeza al lado izquierdo, abriendo el camino a algo que no llegaba en diecinueve años. Posiblemente sea el punto más alto de mi etapa como futbolista. Como entrenador, volver a ver al Atleti en los mejores lugares.Todavía nos quedan situaciones por mejorar. Pero está claro,tanto como futbolista y como entrenador: el Calderón ha sido un lugar que quedará por siempre en la historia de mi vida.
DIEGO PABLO SIMEONE
Pág. 9
La bendita locura de Patricia Cazón. Patricia Cazón llegó a AS procedente del máster de El País, que podríamos conocer como la escuela de élite del Grupo PRISA; una vía para incorporar al mundo periodístico a licenciados universitarios de cualquier rama. Siendo chica,le gustaba el fútbol, cosa cada vez menos rara, pero que todavía hoy no termina de ser común. En nuestras pruebas para contratar a becarios,que seleccionamos de entre los quecuentan con mejor expediente académico, solemos introducir unas cuantas preguntas de conocimiento deportivo,nada retorcidas,del tipo: cuáles fueron los tres primeros equipos de la Liga pasada,cuántas carreras ha ganado este año Marc Márquez,el nombredelseleccionador de Francia… Quince o veinte preguntas de ese tenor que nos indiquenel nivel de conocimiento y a?ción del aspirante, hombre o mujer. No queremos, claro, a nadie que lo desconozca todo del deporte.No muchas chicas dan la medida en este aspecto.Las que lo dan,pasan todas.Así que cuando vinieron del máster de El Paísy me dijeron que había una joven a la que le gustaba mucho fútbol, lo celebré y la contratamos de inmediato. Resultó gustarle también la literatura,tanto leerla como ejercerla,así que siempre fue un deleite leer sus informaciones. Al principio estuvo,creo recordar,en la sección de televisión,dando cuentade las novedades en las programaciones y haciendo entrevistas.Entonces,según he sabidoluego,el Atleti no signi?caba gran cosapara ella.Tengo entendido que tiraba más para el Barça,el equipo de César Rodríguez,el mejor futbolista leonés de la historia,ese que aparece en la delantera que cantó Serrat.Porque aún no he dicho que Patricia es leonesa.Era buena, y se quedó ?ja. Destacaba no sólo por su calidad, sino también por lo concienzudo de sus trabajos y por el buen trato que tenía con todos.Por una de esas necesidades de reorganización del periódico, al cabo de algún tiempo pasó a la sección del Atleti,y ahí descubrió algo que debía de estar buscando desde que tenía uso de razónsin saberlo.Fue —me lo ha contado ella misma— una de las primeras veces que entró en el Calderón.Allí vio una pancarta que rezaba BENDITA LOCURA.Aquello la fascinó y quedó atrapada para siempre. Desde entonces son de ver sus gritos y aspavientos en los partidosdel Atleti,el cambio de su rostro cuando gana o pierde,su defensa apasionada en las discusiones de cualquier jugador o peripecia del Atleti. Ahora vuelca su joven y útil experiencia, su pasión y su conocimiento en un libro que me ha impactado, como me impactaron sus recientes crónicas de despedida del viejo Calderón en AS,donde ya hace tres años que es la cronista de los partidos del equipo.Es un libro bueno, original, bello y descriptivo de estos cincuenta años.Ha escogidouna técnica singular: once jugadores,correspondientes a distintas épocas,cuentan en primera persona uno de los partidos que jugaron en el estadio. Partidos que resultaron decisivos en sus biografías personales y que con el tiempo fueron piedras señaladas enel paso del Atlético por este campo que ahora abandona para irse a otro mejor,pero enel que habrá que pasar otros cincuenta años hasta anular las nostalgias que nos deja éste.La selección es aleatoria,por supuesto.No pretenden ser los once mejores que hanpasado por el Atleti en estos cincuenta años (¿quién se atrevería a seleccionarlos,a descartar a tantos otros?),sino los once que a ella le han parecido oportunos,por su vivencia concreta en cada caso,porque se atrevieron a contarla sin tapujos,porque dejaronsu impacto en ella,porque representan partidos en los que ?otó,más quizá que en otros,esa forma de ser y de estar del Atlético,tan difícil de entender para los que no han tenidoen algún momento esa experiencia mística como la que recorrió el cuerpo de Patricia cuando se encontró con esa pancarta que le permitió ver las cosas con los ojos con que sólo las ve un atlético.
Los números intentarán reducirlo a un millón treinta y cinco mil metros cuadrados, diez toneladas de cemento o casi mil trescientos partidos oficiales. Cifras que no hablan de lo que de verdad importa. Nada saben de los desvelos de quienes lo levantaron, del sudor de los que sobre su hierba se hicieron ídolos, de los sueños de aquellos que los acompañaron.
Entre el primer gol de Luis y el último doblete de Torres pasaron cincuenta y un años, miles de minutos, millones de momentos: Adelardo, Futre, Kiko, Torres o Gabi, pero también románticos, halcones e incluso claveles en un córner. Ellos mismos lo narran. Porque no hay mejor manera de describir algo que dejar que se cuente a sí mismo. Dos onces cosidos por un sentimiento, el de ser del Atleti, y por un lugar, el Vicente Calderón, que nunca se irá aunque algún día no esté. Porque un estadio es mucho más que ladrillos y cemento, es la gente que lo vive y lo juega y que no olvida lo que allí jugó y vivió: la historia, la leyenda.
Hasta siempre, Calderón.
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. ROYBATTY, Blade Runner
Creer que el cielo en un in?erno cabe[
] esto es amor,quien lo probó lo sabe.
LOPE DE VEGA,«Soneto 126»,Rimas humanas
¿Ha entrado usted,alguna vez,a un estadio vacío? Haga la prueba.Párese en medio de la cancha y escuche.No hay nada menos vacío que un estadio vacío.
EDUARDOGALEANO, El fútbol a sol y sombra
Pág 7:
Mis recuerdos de este estadio como futbolista son maravillosos. Llegué aquí y encontré una aceptación en la gente mucho antes de que yo le empezara a dar cosas al club y al equipo,al Atleti. Mi primera temporada fue dura, difícil. La segundafue una de las más importantes de la historia del club. Liga, Copa, el doblete.Siempre mequedará el gol del Albacete como recuerdo emocionante.Ver venir la pelota del lado derecho y enviarla con la cabeza al lado izquierdo, abriendo el camino a algo que no llegaba en diecinueve años. Posiblemente sea el punto más alto de mi etapa como futbolista. Como entrenador, volver a ver al Atleti en los mejores lugares.Todavía nos quedan situaciones por mejorar. Pero está claro,tanto como futbolista y como entrenador: el Calderón ha sido un lugar que quedará por siempre en la historia de mi vida.
DIEGOPABLOSIMEONE
Pág. 9
La bendita locura de Patricia Cazón. Patricia Cazón llegó a AS procedente del máster de El País, que podríamos conocer como la escuela de élite del Grupo PRISA; una vía para incorporar al mundo periodístico a licenciados universitarios de cualquier rama. Siendo chica,le gustaba el fútbol, cosa cada vez menos rara, pero que todavía hoy no termina de ser común. En nuestras pruebas para contratar a becarios,que seleccionamos de entre los quecuentan con mejor expediente académico, solemos introducir unas cuantas preguntas de conocimiento deportivo,nada retorcidas,del tipo: cuáles fueron los tres primeros equipos de la Liga pasada,cuántas carreras ha ganado este año Marc Márquez,el nombredelseleccionador de Francia
Quince o veinte preguntas de ese tenor que nos indiquenel nivel de conocimiento y a?ción del aspirante, hombre o mujer. No queremos, claro, a nadie que lo desconozca todo del deporte.No muchas chicas dan la medida en este aspecto.Las que lo dan,pasan todas.Así que cuando vinieron del máster de El Paísy me dijeron que había una joven a la que le gustaba mucho fútbol, lo celebré y la contratamos de inmediato. Resultó gustarle también la literatura,tanto leerla como ejercerla,así que siempre fue un deleite leer sus informaciones. Al principio estuvo,creo recordar,en la sección de televisión,dando cuentade las novedades en las programaciones y haciendo entrevistas.Entonces,según he sabidoluego,el Atleti no signi?caba gran cosapara ella.Tengo entendido que tiraba más para el Barça,el equipo de César Rodríguez,el mejor futbolista leonés de la historia,ese que aparece en la delantera que cantó Serrat.Porque aún no he dicho que Patricia es leonesa.Era buena, y se quedó ?ja. Destacaba no sólo por su calidad, sino también por lo concienzudo de sus trabajos y por el buen trato que tenía con todos.Por una de esas necesidades de reorganización del periódico, al cabo de algún tiempo pasó a la sección del Atleti,y ahí descubrió algo que debía de estar buscando desde que tenía uso de razónsin saberlo.Fue me lo ha contado ella misma una de las primeras veces que entró en el Calderón.Allí vio una pancarta que rezaba BENDITA LOCURA.Aquello la fascinó y quedó atrapada para siempre. Desde entonces son de ver sus gritos y aspavientos en los partidosdel Atleti,el cambio de su rostro cuando gana o pierde,su defensa apasionada en las discusiones de cualquier jugador o peripecia del Atleti. Ahora vuelca su joven y útil experiencia, su pasión y su conocimiento en un libro que me ha impactado, como me impactaron sus recientes crónicas de despedida del viejo Calderón en AS,donde ya hace tres años que es la cronista de los partidos del equipo.Es un libro bueno, original, bello y descriptivo de estos cincuenta años.Ha escogidouna técnica singular: once jugadores,correspondientes a distintas épocas,cuentan en primera persona uno de los partidos que jugaron en el estadio. Partidos que resultaron decisivos en sus biografías personales y que con el tiempo fueron piedras señaladas enel paso del Atlético por este campo que ahora abandona para irse a otro mejor,pero enel que habrá que pasar otros cincuenta años hasta anular las nostalgias que nos deja éste.La selección es aleatoria,por supuesto.No pretenden ser los once mejores que hanpasado por el Atleti en estos cincuenta años (¿quién se atrevería a seleccionarlos,a descartar a tantos otros?),sino los once que a ella le han parecido oportunos,por su vivencia concreta en cada caso,porque se atrevieron a contarla sin tapujos,porque dejaronsu impacto en ella,porque representan partidos en los que ?otó,más quizá que en otros,esa forma de ser y de estar del Atlético,tan difícil de entender para los que no han tenidoen algún momento esa experiencia mística como la que recorrió el cuerpo de Patricia cuando se encontró con esa pancarta que le permitió ver las cosas con los ojos con que sólo las ve un atlético.