- Materia:
- VELA Y NAVEGACIÓN
- ISBN:
- 978-84-607-8360-2
- Páginas:
- 278
CRUZAR EL ATLÁNTICO A VELA. TORREDEMBARRA, TENERIFE, CUBA, BERMUDAS, AZORES, PORTUGAL.
JUAN NICOLAU CASANY / ANGELES DE LA RIVA DE BUSTOS
INDICE
Capítulo Primero
1.- Nochebuena del año 2000
2.- Por fin zarpamos
3.- La mala suerte nos persigue
4.- Último intento
5.- El regreso
Capítulo segundo
6.- Nuevas ideas fruto de una larga espera
7.- Rumbo a Canarias
8.- Tenerife
9.- Partimos para CUBA
10.- La tierra más hermosa que ojos humanos vieran
11.- La Marina de Vita
12.- Holguín
13.- Cuba de este a oeste
14.- La Habana: de vuelta a casa
Capítulo tercero
15.- Cuatro meses sin barco
16.- Hacia Cuba. La Casa de Piedra
17.- Reencuentro con el Black Pedro
18.- La familia del balsero
19.- FIESTA CUBANA
20.- La partida. Bahamas: Tras la estela de Colón
21.- Escala en Bermuda
22.- Hacia el Este: El descarado petrel y el temporal de rigor
23.- Horta: la Taberna de Peter (Café Sport), y Altino, de La Rueda
24.- Las Azores. Ballenas, delfines, y la golondrina de mar
25.- La cagada del inglés y los portugueses
Capítulo Cuarto
26.- Recapitulación. Llegada a casa
27.- El Black Pedro
28.- La preparación del barco
29.- Los ranchos a bordo
ANEXO: Fotografías viaje de ida
Fotografías viaje de vuelta
Tripulantes
Glosario de términos náuticos
El libro cuenta, con todo detalle, la doble travesía del Atlántico llevada a cabo por Juan y Ángeles, con distinta tripulación o a dos, según las etapas, a bordo del Black Pedro, un 38 pies de acero, construido en 1979, adquirido en estado de abandono y reconstruido por ellos mismos.
Tras la preparación del barco, partirán de Torredembarra, en Tarragona (España), y recalarán en Tenerife antes de partir para Cuba por la ruta de los alisios. El regreso por el norte incluirá como puertos de escala a St. Georges en Bermudas, la mítica Horta en Faial (Azores) y Lagos, en el sur de Portugal, retornando a Torredembarra diez meses después de la partida.
La navegación se verá afectada por circunstancias de todo tipo, desde el doloroso abandono de la regata Cádiz-La Habana, el atentado contra las Torres Gemelas o el asalto de una patrullera marroquí en el Estrecho de Gibraltar, hasta la amistad con presuntos narcotraficantes, la inesperada bienvenida del Bar de Peter en Horta, o la casual arribada, en la isla de Cuba, a la zona donde fondearan las carabelas de Colón al descubrir La tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto.
Las conversaciones con los delfines, las tortugas, las ballenas y los pájaros compañeros del Black Pedro en sus singladuras por el Océano, nos evocan a los grandes filósofos de la mar como Moitessier o Julio Villar, y nos introducen en la consideración de un utópico pero deseado reconocimiento de la nacionalidad marítima como contrapunto crítico a la actual sociedad terrícola.
La historia también está presente. La ruta del descubrimiento de América a través del Diario de Colón, o el recuerdo de los grandes navegantes portugueses, se entrelaza con el viaje del Black Pedro en un intento por eliminar las fronteras del tiempo, un tiempo que parece no contar cuando se trata de la mar, la misma mar de siempre.
Pero ¿Qué tiene de particular una travesía que cada año realizan decenas de barcos de todo el mundo? ¿Qué es lo distinto, lo peculiar de ésta aventura? Juan y Ángeles son marinos mercantes, lo que dota al libro de una seriedad poco habitual en la navegación deportiva, seriedad que se percibe en los cambios de hora a bordo, en la organización de las guardias, en las comprobaciones de seguridad, en la alimentación de los tripulantes o en los asientos meteorológicos de su Diario de Navegación. Pero lo más importante es que Juan y Ángeles nos han hecho tocar el sueño, acercando a nuestras manos la posibilidad de su realización. Ellos no pidieron excedencias ni se tomaron un año sabático para llevar a cabo su aventura. Realizaron el viaje que aquí se relata aprovechando sus vacaciones anuales, dando preferencia a la mar, a la navegación por la navegación, y no al disfrute de los encantos de las nuevas tierras de arribo del Black Pedro. Y todo por ver cumplido su sueño, el sueño de miles de personas que aman a la mar y al viento: